La Orquesta Sinfónica de Pleven es una vieja conocida para los jiennenses aficionados a la música, pues han sido varias las ocasiones en las que actuó en la capital, desde que, en marzo de 1992, trajese su Rigoletto al Darymelia. Ahora regresa con una ópera para todos los públicos, que es un goce para los sentidos, La flauta mágica, un prodigio de Mozart.
Para muchos entendidos, La flauta mágica es, sencillamente, una obra maestra. La música es de la Orquesta Sinfónica de Pleven, pero la voz y la interpretación es de la compañía Ópera 2001, tanto monta, monta tanto, porque suelen ir de la mano en sus giras. Esta compañía operística tiene más de 20 años de experiencia lírica, y cuenta con más de ochenta artistas, de voces prodigiosas, en sus filas. El Teatro Infanta Leonor de Jaén acogerá, a partir de las nueve de esta noche, la representación de La flauta mágica, una ópera en dos actos, en versión original en alemán, con sobretítulos en español para que el público no pierda detalle de la trama. Las entradas del patio de butacas son a 30 euros y las del anfiteatro a 25.
La ópera de Mozart abrirá el XII Festival de Otoño de Jaén, que incluye siete actuaciones hasta el 19 de noviembre. Ópera 2001 pondrá en escena esta fantástica ópera que fue la última obra escenificada en vida del más genial compositor austriaco.
La dirección musical es de Martin Mázik; la dirección escénica, de Roberta Mattelli, y la dirección artística de Luis Miguel Lainz y Marie Ange Quesada. Esta adaptación especial recuerda los inicios de Ópera 2001 que comenzó, precisamente, hace 20 años con la “Flauta” en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Ahora celebra su aniversario con una producción diferente a aquella, que pone de manifiesto su bagaje y experiencia. El escenógrafo Alfredo Troisi concibe un decorado atemporal que mezcla el antiguo Egipto con épocas tan diferentes como el renacimiento, la edad media o un futuro de ciencia ficción inspirado en un Star Gate que facilita el paso a diferentes tiempos y situaciones. La flauta mágica fue estrenada en el “Theater an der Wien” de Viena, el 30 de septiembre de 1791, bajo la dirección del propio Mozart, apenas dos meses antes de su muerte, ocurrida cuando tenía 35 años. Se trata de un “singspiel”, un tipo de ópera popular cantada en alemán, donde se intercalan partes habladas. En cuanto a la música, esta ópera tiene bastantes momentos destacados, en especial, por su complejidad técnica, las arias de La Reina de la Noche y, sobre todo, Der Hölle Rache (cuadro III del acto II), en donde aparece la segunda nota más aguda compuesta por Mozart para la música vocal, un Fa 5, para cuya interpretación se necesita un alto grado de virtuosismo. También son muy conocidos otros fragmentos, como el quinteto de Papageno, Tamino y las Tres Damas, Hm, hm, hm... o el aria de Sarastro, In diesen heil’gen Hallen, donde destaca la voz de bajo; así como las intervenciones de Papageno, con su aria Kinget, Glöckchen, klinget y, sobre todo, su dúo con Papagena.
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